Las secuelas de la DANA en la educación valenciana

La ONG de educación e infancia Educo lanza el informe ‘El impacto de la DANA en el derecho a la educación en la Comunitat Valenciana’, en el que analiza cómo se ha visto afectada la educación y el bienestar de la infancia de la región un año después de la catástrofe. “La DANA sigue teniendo consecuencias en la educación del alumnado valenciano. Muchos no pudieron empezar las clases el primer día por culpa de las obras, otros lo hicieron en barracones que no cumplen con las condiciones adecuadas (en módulos construidos a ras de suelo a pesar de estar en zonas inundables, sin sombras o puntos para beber agua). No son las mejores condiciones para iniciar el curso escolar”, afirma Paula San Pedro, coordinadora del informe y responsable de Incidencia Política de Educo. “Nos preocupa la pérdida educativa, pero también el impacto emocional. A día de hoy, muchos viven con miedo a que se repita una DANA cuando hay tormenta y si no garantizamos el bienestar del alumnado es difícil que recuperen las horas lectivas perdidas”, dicen desde la ONG que trabaja en la zona afectada con centros educativos y entidades sociales realizando acompañamiento psicosocial y formando en derechos de la infancia.

El informe parte de una encuesta realizada a 300 padres, madres y alumnado de 16 centros escolares, la mayoría muy afectados por la DANA, completada con entrevistas a entidades sociales, expertos y administración. Un 30% de los niños y niñas contestaron que aún se ponen nerviosos cuando hay tormenta mientras que la mitad del alumnado encuestado dijo que aún sigue emocionalmente afectado. «Tengo miedo a la lluvia, y estoy más contestona y enfadada en casa. Pago todo con mi familia», relata una niña. Por lo que respecta a la educación, el 77% de las familias cree que sus hijos e hijas han perdido, como mínimo, un mes lectivo y el 41% de los niños y niñas consideran que han sufrido retrasos a nivel educativo.

El estudio también refleja que el sistema educativo valenciano no está preparado si se produce una nueva emergencia. No se han diseñado protocolos a partir de las lecciones aprendidas, ni existen medidas concretas ni recursos para garantizar la educación y la protección del alumnado en una situación similar a la ocurrida hace un año. Para el 57% de las familias, el centro educativo de sus hijos e hijas no está preparado para una nueva catástrofe, y para el 56% no existe un protocolo claro y conocido por toda la comunidad educativa. En el caso del alumnado, tienen esta misma opinión el 50% y además el 88% asegura que no se les ha informado de medidas que puedan ayudarles a prepararse ante situaciones similares que puedan ocurrir. De los 16 centros educativos que han participado en la encuesta solo uno tiene un protocolo anti-inundaciones y ya lo tenía, por iniciativa propia, antes de la DANA.

¿Qué falló en el sistema educativo?

Desde el inicio y durante los días y las semanas posteriores a la DANA hubo muchos fallos y pocos aciertos. Si bien se garantizó formación socioemocional al profesorado desde el primer momento, así como comedor y transporte gratuito al alumnado y profesorado reubicado, hubo fallos graves en los sistemas de alerta del pasado 29 de octubre: 19% centros no recibieron ningún aviso y el 40% demasiado tarde; el contenido no se entendía y hubo poca coordinación, por ejemplo, en algunos centros se avisó al alumnado, pero no al equipo de limpieza. En los centros educativos que acogieron alumnado de otros centros (se reubicaron 24.000 estudiantes de los 48.000 que vieron alterada su escolarización), dieron clases en espacios mal acondicionados o con ratios muy por encima de lo óptimo (hasta 40 niños y niñas por aula). El transporte escolar, aunque gratuito, no cumplía con los horarios – por lo que los alumnos y alumnas llegaban tarde a clase y los padres y madres también se retrasaban en el trabajo, contaba con pocos monitores, no cubría las actividades extraescolares y los niños y niñas no siempre bajaban del autobús en zonas seguras. “El año pasado, perdieron todas las semanas, como mínimo, dos horas y media de clases. Los autobuses nunca llegaban puntuales”, aseguran desde un AMPA. El profesorado –que en muchos casos vivió en primera persona el desastre de la DANA- tuvo sobrecarga de trabajo, ya que además de tener que preparar las clases, tenían que montar mobiliario o dar apoyo emocional al alumnado. “Caí enferma. Me fallaba la memoria, me irritaba por nada, lloraba por cualquier cosa (…) llegó un punto que no podía más. Me cogí una baja laboral por ansiedad”, relata una profesora.

“Y un año después, la Comunitat Valenciana no tiene un plan que diga qué tienen que hacer las escuelas si se produce una nueva emergencia. Es cierto que se ha dado un primer paso y que se está trabajando en un borrador, pero este no debería limitarse a una perspectiva de riesgos laborales. Desde Educo defendemos que las escuelas deben ser espacios seguros, y por ello proponemos la creación de un Plan integral de Escuelas Seguras. Porque la educación es una prioridad y no puede parar en contextos de emergencia”, explica Paula San Pedro. La ONG de educación e infancia ha incluido en el informe medidas concretas y recomendaciones para este plan, aplicables a nivel estatal y en las comunidades autónomas. Basado en la experiencia de la DANA, el Plan Integral de Escuelas Seguras de Educo debe abarcar desde la prevención hasta la reconstrucción; incluir la participación de la comunidad educativa, incluyendo a los niños, niñas y adolescentes; prever inversión en infraestructuras seguras; formar en reducción de riesgos y educación ambiental; además de reforzar el papel del Coordinador/a de Bienestar y Protección como figura clave para garantizar los derechos de la infancia. Entre las medidas concretas, Educo plantea protocolos de cierre ante alertas rojas, identificar espacios municipales para acoger a estudiantes, garantizar la enseñanza online (dando al alumnado los dispositivos necesarios para el seguimiento de las clases) y materiales alternativos en papel, refuerzo de centros que acojan alumnado desplazado (establecer mecanismos de contratación urgente), apoyo psicosocial, continuidad de extraescolares y un plan de transporte escolar seguro con rutas y recursos. La ONG recuerda además la importancia de incluir como sector específico a la Educación en el Plan de Emergencia Climática que está en proceso de elaboración bajo el liderazgo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, haciendo referencia al Marco Integral de Escuelas Seguras.

Como consecuencia del cambio climático, crisis como la ocurrida con la DANA en Valencia o con los incendios de este verano en Ourense y Zamora podrían repetirse. El Climate Risk Index 2025 de Germanwatch indica que España es el octavo país a nivel mundial más afectado por las crisis climáticas de las últimas tres décadas (desde inundaciones hasta olas de calor, incendios, erupción de volcanes, sequías o tormentas localizadas). Actualmente más de 3 millones de personas residen en zonas inundables, de las cuales 700.000 lo hacen en zonas con una alta probabilidad de inundación recurrente, según un estudio de 2024 de la Universidad de Almería. Además, el Ministerio para la Transición Ecológica ya advirtió en 2021 que al menos 985 centros educativos se encuentran en zonas con peligro de inundación en España.

La respuesta de Educo ante la DANA

Educo es una ONG con una larga trayectoria garantizando educación y protección de la infancia en contexto de emergencias, climáticas y de otra índole, en países y áreas como el Sahel, Filipinas, Bangladesh o América Central. En España, estuvo dando apoyo educativo y emocional a los niños y niñas afectados por la erupción del volcán de La Palma, en 2021.

En la zona de Valencia afectada por la DANA trabaja en varios centros educativos con acompañamiento psicosocial a alumnado, profesorado y familias. También hace asesoramiento jurídico, incluyendo formaciones en derechos de la infancia. Además, realiza actividades de ocio socioeducativo en diferentes poblaciones para niños, niñas y familias. Además, junto con FAMPA València, organiza colonias lejos de las zonas afectadas en los que, además de divertirse, los niños y niñas están acompañados de especialistas en psicología y realizan actividades de arteterapia. Asimismo, en los próximos meses pondrá en marcha un espacio en Alfafar y otro en Castellar donde dará refuerzo educativo a alumnado en situación de vulnerabilidad. Hasta ahora, han participado en los distintos proyectos de Educo en Valencia más de 650 niños y niñas y alrededor de 200 personas adultas, entre familiares y profesorado.

Sobre Educo

Desde hace más de 30 años, Educo trabaja en la defensa de los derechos de la infancia; especialmente su derecho a recibir una educación de calidad. Actualmente llevamos a cabo más de 200 proyectos en 18 países en los que participan 1 millón y medio de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Formamos parte de la alianza internacional ChildFund, que cuenta con 11 organizaciones internacionales y que está presente en 70 países, donde da apoyo a 36 millones de niños y niñas y sus familias.

Pabilo Editorial
El Recreo Diario
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