El IES Pintor Pedro Gómez de Huelva sigue dando ejemplo de compromiso no solo con la educación de su alumnado, sino con la mejora de la calidad de vida de todos los onubenses, en esta ocasión a través de una actividad muy especial que servirá para algo de tal magnitud como la reforestación de las Laderas del Conquero, todo ello con la participación activa de los alumnos y alumnas del centro.
Sí, el alumnado del IES Pintor Pedro Gómez se encuentra inmerso en la reforestación de este emblemático espacio natural onubense situado frente al propio instituto. ¿Cómo? Pues a través de un curioso sistema cuya aparente sencillez le otorga aún mayor espectacularidad: lanzando ‘bolas de vida’, como ellos las llaman, a sus vecinas Laderas del Conquero.
La actividad nació en el seno del Área de Educación Ambiental para la Sostenibilidad (Aldea) del programa CIMA en el IES Pintor Pedro Gómez, cuya responsable, Marisa Mancha, explica, en declaraciones a El Recreo Diario, el origen, el desarrollo y los resultados que ya está teniendo esta actuación que lleva desarrollándose desde hace semanas.
Todo comenzó cuando «los monitores del Aula de la Naturaleza del Parque Moret, Antonio Pino y Luichi, empezaron a trabajar con nuestro alumnado. Nos demostraron en un taller cómo realizar las nendo dango o bolas de vida, lo que fue un descubrimiento para mí. Están destinadas a la reforestación de suelos muy degradados y con falta de vegetación, por lo que incorporé está actividad dentro del Programa Medioambiental Aldea», relata.
Y a partir de ahí se puso manos a la obra. Lo primero es que «el alumnado recoge distintas semillas de árboles (encinas, pinos, alcornoques, algarrobos, almez…) y después procedemos a la creación de las bolas con arcilla, sustrato, semillas de herbáceas y agua», tras lo que «elaboramos las nendo dango con las manos y encerramos la semilla de un árbol en una bola que contiene todo lo necesario para favorecer la germinados de la semilla en un entorno idóneo dejando que la naturaleza le proporcione la humedad necesaria para que crezca un nuevo árbol», prosigue.
Hecho esto, una vez elaboradas las bolas de vida con cada curso y una vez secas, el alumnado las lanza a las Laderas del Conquero, lo que lleva produciéndose desde el pasado 13 de noviembre, cuando el alumnado de 2ºA, que elaboró sus bolas junto con el del Aula Específica en la hora de Alternativa, las lanzó por las laderas del cabezo. El martes 19 le tocó el turno al alumnado de 1°A de ESO, el jueves 21 al de 2ºB y este miércoles 27 al de Ciclo Formativo de Grado Básico 1 en convivencia con el alumnado del Aula Específica.
Marisa Mancha destaca que los alumnos y alumnas están disfrutando mucho. «Se lo pasan muy bien y se sorprenden cuando se les explica que de esas bellotas saldrían un árbol mucho más alto que ellos que les daría sombra y les proporcionaría oxígeno a la vez que serviría de cobijo a muchos pájaros», subraya.
Por último, la responsable del proyecto explica cómo es el proceso de elaboración de las bolas. «En nuestro taller de bolas de vida usamos arcilla en bloque que aplanamos en la palma de la mano, le ponemos un poco de sustrato y semilla de árboles y luego mojamos los dedos con agua para cerrar y modelar las bolas», un proceso tan sencillo como espectacular y grandioso que sirve para crear la siempre importante conciencia ambiental entre los menores y al mismo tiempo mejorar el entorno de su ciudad.
