Que no haya PTIS suficientes en los colegios es un problema que solo conocen de cerca los padres y madres de los niños y niñas que necesitan el trabajo de estas profesionales. En algunos colegios no se han cubierto las plazas necesarias por parte de la Junta de Andalucía para atender a los pequeños con necesidades especiales, y los centros no cuentan con los recursos humanos necesarios para atender a este alumnado.
Hay algunos con solo una PTI, y si ha secundado la huelga que mantiene este colectivo desde el pasado 14 de noviembre, el problema es el que es.
Caravana por Andalucía
La caravana ha salido esta mañana, en su primera etapa, desde la delegación territorial de Educación en Granada, para iniciar a las 9.00 horas un recorrido que la llevará a Jaén, a donde llegará sobre las 17.00 para llevar a cabo una concentración en la Plaza de San Francisco.
Previamente, habrá una concentración ante el IES Virgen del Carmen de Granada entre las 14.00 y las 16.00 horas.
La segunda etapa se iniciará el jueves 14 a las 9.00 horas desde la delegación de Educación en Córdoba, con paradas en dos colegios de la ciudad y llegada a Málaga sobre las 16.00, con una concentración ante la delegación de Educación.
Cierre de la caravana
Las técnicos protestan porque la mayoría de los servicios de atención al alumnado con necesidades de apoyo específico están privatizados o externalizados a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE), a la que han acusado de «dejadez en sus funciones por no exigir, entre otras cosas, el pago del verano, la contratación a jornada completa, la aplicación del convenio colectivo o facilitando el paso del contrato indefinido parcial al fijo discontinuo”.
Aseguran, además, que sufren impagos en sus nóminas por parte de las empresas privadas que han ganado contratos de la Junta para este fin, sin que el Gobierno andaluz, denuncian, den de baja a esas empresas en su listado de proveedores.
Una inversión insuficiente a todas luces
Además, desde el Gobierno andaluz ha destacado el aumento de las partidas destinadas por la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional desde 2019, y ha indicado que el 67 % citado se traduce en 566 millones de euros, «aunque sigue habiendo necesidades por cubrir y en ello trabaja el equipo de la Consejería».
En este curso son 13.000 los profesionales que atienden al alumnado con necesidades educativas especiales, y cuenta con 7.325 maestros especialistas, un 22 % más que en 2021; 5.495 PTIs (Pedagogía Terapéutica) frente a los 4.561 de 2018, un 20 % más y 1.830 ALs (Audición y Lenguaje) frente a los 1.517 de 2018, un aumento del 24 %.
Además crece el número de monitores de Educación Especial hasta alcanzar este curso los 3.247, frente a los 3.055 del curso anterior: en 2018 había 2.353, lo que supone un aumento de 894 profesionales, un 38 %, y dentro de estos monitores, en cuanto a los PTIS, en 2018 había 1.917 y este curso habrá 2.972, un 55 % más.
Las cifras son claras, pero son tan insuficientes como claras, porque son muchos los niños y ninas con necesidades educativas especiales que no tienen a nadie que les atienda, y corren el riesgo de dejar de ir al colegio para poner su salud por encima de la educación. Y en eso no hay cifras, ni porcentajes, ni inversiones que lo pueda justificar.