La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, a través de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera (Agapa), junto con la Dirección General de Tecnologías Avanzadas y Transformación Educativa de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, han puesto en marcha un proceso que permitirá que los estudiantes de Secundaria de Andalucía sean los que elijan el nombre del primer nanosatélite que la comunidad enviará al espacio. Este hito, previsto para el próximo mes de octubre, forma parte del proyecto SmartFood, que busca monitorizar el impacto de la agricultura, ganadería y pesca en la gestión de la biodiversidad y los ecosistemas.
La consejera, Carmen Crespo, ha destacado la importancia de esta iniciativa que pretende involucrar a los estudiantes en el proceso de selección del nombre para el nanosatélite, ya que «les permite tener una aproximación al conocimiento de las características de este desarrollo tecnológico». Crespo ha querido destacar que «el lanzamiento del nanosatélite marcará un antes y un después en Andalucía». La consejera ha señalado que «este nanosatélite permitirá una cooperación internacional que se centrará en la monitorización de datos de interés sobre calidad ambiental, temperatura, flujos o tipos de suelos«. En este sentido, ha añadido que «de esta forma, seguiremos avanzando hacia esa Agricultura 5.0 que nos permita estar cada vez más tecnificados y aumentar en sostenibilidad en el campo y el mar, en donde ya, de hecho, esta sostenibilidad es una realidad».
En último término, ha recordado que el proyecto SmartFood es una iniciativa europea liderada por Andalucía a través de Agapa «y nos va a permitir impulsar el desarrollo sostenible de los sectores agrario, pesquero y silvícola en Andalucía a través de la tecnología y la innovación«.
El proyecto cuenta con el consorcio internacional de investigación LifeWatch ERIC como socio principal y está financiado con fondos Feder. Al mismo tiempo, cuenta con la colaboración de las universidades de Córdoba y Málaga y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3). En la actualidad, el dispositivo se encuentra en fase de construcción por parte de Open Cosmos, empresa de origen gaditano y sede en Londres, adjudicataria del diseño y puesta en órbita.
Características tecnológicas
Se trata de uno de los dispositivos más avanzados en tecnología aeroespacial. El principal elemento innovador es que, además de recopilar imágenes con una cámara multiespectral de última generación, puede captar datos que son volcados en tiempo real en una misma plataforma junto a los obtenidos por los sensores terrestres y flotantes a través de tecnología de observación e-IoT (Internet de las cosas) para hacer que los datos sean más procesables. Todo se monitorizará desde un centro de control en el Parque Dunar de Matalascañas en Huelva.
El nanosatélite (un satélite que pesa menos de 10 kilos), está formado por seis cubos de 10 centímetros x 10 centímetros x 10 centímetros y cuenta con cámaras de alta precisión que van a dar resolución en tierra de casi cinco metros. El dispositivo orbitará a 560 kilómetros de altitud y realizará una vuelta completa sobre Andalucía cada dos días.
Propuestas de nombres
Para elegir el nombre del nanosatélite andaluz se distribuirá una encuesta ‘online’ a los institutos de Secundaria andaluces que formen parte del Programa para la Innovación Educativa ALDEA: Educación Ambiental para la comunidad educativa y el Programa STEAM: Investigación Aeroespacial aplicada al Aula, por la relación con el Proyecto SmartFood en temas de conservación de la Biodiversidad y de Innovación. Los participantes podrán elegir entre ocho nombres propuestos: Platero, Meridión, Andalsat, Séneca, Aldea, InnoSat, HortaSat y PlankSat.
Una vez recopilado el resultado de la votación, la propuesta que mayor cantidad de votos haya obtenido será el nombre que finalmente reciba el nanosatélite. Asimismo, entre los participantes que hayan elegido el nombre más votado se sorteará una serie de premios relacionados con este hito histórico.
Gracias a esta iniciativa se consigue además la aproximación del alumnado al conocimiento de las características de este desarrollo tecnológico, así como involucrarlos en la posterior participación en el análisis de los datos que va a ofrecer sobre la biodiversidad andaluza, datos que se pretende puedan incorporarse en los procesos de Innovación Educativa que se llevan a cabo en la línea de intervención, conservación y mejora de la biodiversidad del Programa Aldea.