La ola de calor ha puesto de nuevo en el foco las temperaturas de asfixia que se viven en los centros educativos públicos andaluces no climatizados, la inmensa mayoría. La plataforma de AMPA y familias “Escuelas de Calor” llama a familias, docentes, personal no docente y direcciones de centros educativos a llevar a cabo acciones de protesta ante el flagrante incumplimiento de la ley de bioclimatización, vigente desde hace casi 2 años, por parte de la indolente e inoperante Consejería de Educación de la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla.
La subida abrupta de las temperaturas, con el día más caluroso en un mes de mayo desde mediados del siglo pasado, ha vuelto a convertir la mayoría de las aulas andaluzas en saunas. Las olas de calor son cada vez más frecuentes y agresivas, el cambio climático está aquí. Sin embargo, la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla no actúa y sigue dejando en el cajón la ley de bioclimatización de los centros educativos, en vigor desde hacer ya 2 años.
El presidente de la Junta, Moreno Bonilla, y su vicepresidente, Juan Marín, se agarran al escaso porcentaje de centros que se han climatizado dentro del plan de infraestructuras anual de la Junta de Andalucía (actuaciones diversas y parciales, desiguales en los centros y que no son la aplicación de la ley de bioclimatización).
Parece que esperan a que las familias y las AMPA sigan climatizando aulas, pero no debe olvidarse que ya pagamos impuestos para tener un servicio educativo público de calidad, lo que incluye el estado digno de los colegios e institutos. Esta mejora de las instalaciones y los recursos educativos está normalizada, pero nunca se nos ocurriría hacerlo como usuarios de un hospital o centro de salud haciendo rifas para comprar un ecógrafo, por ejemplo. La responsabilidad y la competencia es de la Junta de Andalucía, como establece la Ley de Bioclimatización, gobierne quien gobierne.
Ante esta realidad, las familias de algunos centros educativos se están acogiendo al protocolo para hacer frente a las olas de calor de la Junta de Andalucía y está sacando a los niños y niñas a las 12 de la mañana. Sin embargo, estamos viendo cómo algunas direcciones de centro no están autorizando ni recomendando esto porque no hay un criterio unánime de la inspección educativa. Incluso se ha dado el caso, por ejemplo en el IES Punta del Verde, que su inspector de zona dio el visto bueno a esta medida y luego desautorizó al equipo directivo a llevarla adelante. Es obvia la inseguridad y la inacción de la Consejería de Educación.
Ante este panorama y aunque la realidad es que ya hay mucho alumnado ausente de las aulas, la plataforma “escuelas de calor” llama a las familias a vaciar aulas el próximo 17 de junio. Las familias que opten por acogerse al protocolo y sacar a los niños y niñas de los colegios e institutos a las 12:00 h del medio día, harán una guerra de globos de agua amarillos como acto de protesta a la salida.
Viendo la inacción de la Junta de Andalucía con la Ley de Bioclimatización, de la que no ha acometido su desarrollo reglamentario -imprescindible para su aplicación-, ni ha iniciado la redacción de su Guía técnica en colaboración con la Agencia Andaluza de la Energía, ni ha realizado las valoraciones y/o auditorías de los centros -el plazo era 18 meses, ya han pasado, para los centros prioritarios-, ni la ha dotado de presupuesto, ni se ha llevado a cabo la formación en gestión energética ni la creación de equipos de gestores energéticos en los centros, ni se han aplicado las medidas para la correcta ventilación de los interiores (algo que habría sido crucial con la llegada de la pandemia de Covid), no se ha intervenido en los espacios exteriores de los edificios (patios) con vegetación y arbolado…la plataforma Escuelas de Calor considera que ha llegado la hora de exigir un verdadero compromiso con esta ley y su aplicación mediante movilizaciones de la comunidad educativa. De haberse tomado la ley en serio, esta ola de calor estaría viviéndose en algunos centros de otra manera. El plan anual de infraestructuras no es la solución porque es insuficiente.
Escuelas de Calor llama también al profesorado a seguir denunciando por salud laboral esta situación y a no computar las faltas de asistencia del alumnado cuando la familia la justifique por altas temperaturas a través de iPasen.
No se luchó durante 3 años para que la Ley de Bioclimatización estuviera en el BOJA, sino para verla mejorar los colegios e institutos. A estas alturas ha quedado puesto de manifiesto que las temperaturas en las aulas ni importó al PSOE que gobernaba en 2018, ni importa al PP que gobierna ahora, pero lo cierto es que es una ley que se aprobó por unanimidad en el Parlamento andaluz y que sigue sin aplicarse, de ahí que vuelvan a repetirse situaciones incompatibles con el trabajo académico: sopor, sudoración excesiva, sangrado nasal, lipotimias, disconfort térmico en definitiva por temperaturas que superan el intervalo de 27 grados que se tienen como máximo permitido según la normativa.