El paso de Infantil a Primaria: hasta siempre, polluelos

Por Rubén Barbera Blanco, 5º mejor docente de España en los Premios Educa Abanca 2020 y 2021 en la categoría de Educación Infantil. Maestro del CEIP Félix Rodríguez de la Fuente de Coslada (Madrid). Instagram @maestropinpinpiticlin

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Rubén Barbera Blanco.

Aún recuerdo la primera vez que vi vuestras caritas un 9 de septiembre de 2019. Veníais en grupos de seis alumnos, tan solo una hora a clase, y para muchos era la primera vez que os separabais de vuestras familias. Un lugar desconocido para vosotros, con un maestro al que nunca antes habíais visto, y allí, rodeados de juguetes, empezaron vuestros primeros contactos con el “colegio de mayores”. Para muchos, era un lugar que os daba miedo o pánico, e incluso llorabais, y para otros parecía que llevabais allí toda la vida, ya que desde el principio entrabais felices y sonriendo, ese objetivo que tanto buscaba en vosotros, que vinierais felices al cole.

Ahora, tres años después, el que llora es el maestro, pero no llora porque esté en un lugar desconocido para él, sino que llora porque le toca separarse de su otra familia, de esa gran familia que hemos creado. No os podéis ni imaginar cómo se os quiere y cómo se os puede coger tanto cariño, queridos alumnos, después de tres años, tres años en los que hemos vivido de todo: alegrías, tristezas, lloros, confinamientos, mascarillas, Filomena, separaciones en grupos mixtos… tres años que nunca vamos a olvidar.

 

En todo este tiempo habéis conocido al payaso Pin Pin Piticlín, A Joan Miró y sus cuadros, el “telecole”, conectándoos cada día un rato para vernos, charlar, y jugar desde casa, mostrándome lo mayores y valientes que erais, ya que se os privó de vuestra libertad, y fuisteis el mejor ejemplo de cómo los adultos tenemos que aprender de vosotros los niños.

Cuando toda esta pesadilla de la Covid empezó a relajarse volvisteis al aula, pero algo no era igual, ya no veíais la cara de vuestro maestro ni de los mayores por tener que llevar una mascarilla.  Ya no se os podía dar abrazos y besos ni juntaros con amigos de otras clases, pero ¿sabéis qué? Que como dice la canción de David Rees que tanto nos gusta y cantábamos antes de la Covid, en aquella añoranza de lo que era la normalidad: “Hoy voy a hablarte de mis héroes, que me vieron crecer…”

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Vosotros sois mis héroes, y por ello os convertisteis en superhéroes y superheroínas para enseñarnos que no todos los superhéroes llevan capa, y cómo podíamos cuidarnos contra la Covid.

También, fuisteis capaces de convertiros en medievales, investigar sobre cómo vivían en aquella época, y hacer un escape room para saber dónde estaba preso el Rey Hermenegildo, el Rey de las 7 lunas, que nos mandó un vídeo pidiendo ayuda para que lo fuéramos a rescatar. Y otra vez lo hicisteis, como si no pasara nada, en una época en la que daba miedo hacer excursiones por el temido y famoso virus, vuestras familias confiaron en vuestro maestro, para dejaros viajar una hora de autobús hasta otra localidad, donde después de superar una serie de retos y pruebas, llegar a lo alto de la torre y salvar al Rey Hermenegildo.

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Recuerdo también que queríais ser piratas tras encontrar en el parque del cerro un mapa. Para ello, necesitabais un barco pirata donde poder navegar, ¿Cómo podía negaros ese barco después de todo lo que dais? Dicho y hecho, fuera sillas y mesas, y entre todos conseguimos crear un barco donde surcar los mares, hasta el punto de llegar a la piscina donde pudimos comprobar qué flota y qué no flota.

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Y este año, el último de la etapa, tras escuchar las noticias y dar una vuelta por el parque, en lo alto de la localidad de Coslada encontramos un meteorito, el cual tuvo que llevarse la policía para analizarlo, y así comenzamos una nueva aventura galáctica, donde hemos creado nuestro propio planetario, con nuestra nave, constelaciones, planetas, estación espacial internacional e incluso hemos ido vestido de astronautas hasta el entrenamiento en la sede de la nasa.

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¿Pero sabéis qué es lo que realmente más me ha gustado de estos 3 años? Que sois muy solidarios y buenas personas, que habéis venido felices al cole y me habéis hecho feliz,  y los valores que habéis aprendido y que tanto me habéis mostrado. Tan solo quiero deciros una cosa que os sirva para vuestro futuro y es: polluelos, sed lo que vosotros queráis ser, sed vosotros mismos.

Ahora ha llegado el momento más duro, el de separar nuestros caminos después de tres años y en el que más que nunca tenéis que ser mayores, afrontar la nueva etapa y caminos que os esperan. Yo confió en vosotros y sé que no vais a tener ningún problema.

A las familias, muchísimas gracias por todo lo que habéis hecho por mí y por vuestros hijos, gracias por estar siempre ahí y colaborar en cada tarea y juego que os proponíamos, por confiar en mí y dejarme formar parte de la educación de vuestros hijos. Familia y escuela siempre deben estar unidas, y vosotros lo habéis hecho posible. Siempre me habéis dejado crear y hacer lo que proponía para vuestros hijos y  habéis confiado en mí. Eso para un docente es lo más, que las familias de sus alumnos confíen al 100 por 100 en el maestro y su forma de enseñar. Gracias por hacerlo todo más fácil.

A los compañeros de primaria, deseo y espero que disfrutéis mucho de mis polluelos. Como dice mi querida Maestra de pueblo: “de verdad, no entiendo cómo las compañeras de infantil son capaces de coger a niños de 3 años sin saber nada” (yo lo único que cambiaría es que gracias a las escuelas infantiles llegan muy autónomos y preparados para pasar al segundo ciclo, desde aquí quiero agradecer la labor de las compañeras y compañeros del primer ciclo de la Educación infantil, ellos y ellas son las bases en las que se cimientan los posteriores aprendizajes, un pilar fundamental en la Educación) “y los sueltan con cinco prácticamente leyendo, e incluso calculando sin hacer ni un examen”. Muchas gracias maestra de pueblo por hacer esta afirmación y valorar a los maestros y maestras de infantil, ya que creo que es una gran verdad, cada vez pretendemos que los alumnos lleguen a primaria leyendo, escribiendo por sí solos, sumando, restando… y nos olvidamos de algo tan importante que es el aprendizaje espontáneo respetando todos los niveles y etapas de maduración.

Además, por primera vez existe una ley educativa que ensalza la importancia del primer ciclo de Educación infantil, que ya era hora; y en el artículo 14 en el punto 5 se refleja lo siguiente: “Las Administraciones educativas fomentarán el desarrollo de todos los lenguajes y modos de percepción específicos de estas edades para desarrollar el conjunto de sus potencialidades, respetando la específica cultura de la infancia que definen la Convención sobre los derechos del Niño y las Observaciones Generales de su Comité. Con esta finalidad, y sin que resulte exigible para afrontar la educación primaria, podrán favorecer una primera aproximación a la lectura y a la escritura, así como experiencias de iniciación temprana en habilidades numéricas básicas, en las tecnologías de la información y la comunicación y en la expresión visual y musical y en cualesquiera otras que las administraciones educativas autonómicas determinen.” Pensando por fin, en los ritmos y necesidades de los niños y niñas.

Todos los niños tarde o temprano van a leer y escribir, sumas y restar… no tengamos prisa y no debemos agobiarles pensando que para primaria deben de saberlo sí o sí, respetemos la infancia sus ritmos, y dejemos de “primarizar” infantil, e igual lo que tendríamos que hacer es “infantilizar” primaria, y que sean los maestros de primaria los que se adapten a como están esos peques (que muchísimos maestros y maestras lo hacen), pero por favor dejemos a los niños y niñas ser libres y que aprendan según sus ritmos y necesidades. Espero y siento si esto ofende a algún compañero o compañera, que no lo quiero y pido perdón si así lo sienten, pero es mi opinión desde el respeto y sobre todo desde la visión de un docente, que disfruta cada día con sus peques, y ve que cuando llegan a 5 años, se le agobia diciéndole que los niños deben leer y escribir, hacer fichas y avanzar, pero… ¿acaso habéis entrado al aula para ver si jugando con arena de playa, una mesa de luz o de agua lo hacemos por poneros un ejemplo?

También entiendo que a los docentes de primaria se les pide mucho más con su currículo y se sienten agobiados. Por lo que esto es principalmente un problema de leyes.

Infantil y primaria tenemos que trabajar también conjuntamente, y lo ideal es diseñar una línea pedagógica que permita esta conexión y unión entre ambas etapas.

Con esta reflexión quiero despedirme recordando lo difícil y bonito que es poder educar durante 3 años a unos alumnos, el privilegio que tenemos los docentes de poder trabajar en lo que nos gusta, y sobre todo en contribuir a formar a buenas personas. Gracias polluelos por estos 3 maravillosos años, nunca os voy a olvidar, siempre estaréis en mi corazón, y siempre que lo necesitéis podéis recurrir a mí porque os recibiré con los brazos abiertos y dispuesto a ayudaros: volar y ser libres, os quiere vuestro maestro Rubén.

 

 

Pabilo Editorial
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