La Diputación de Huelva ha editado el libro ‘Matemáticas Esquemáticas’, de Magdalena Guzmán, un método eficaz nacido de la experiencia, “y construido para ofrecer una alternativa a los niños y niñas que aprenden de manera distinta a lo que se espera para su edad y curso”, según ha subrayado el vicepresidente de la institución provincial, Juan Antonio García.
La autora es maestra especialista en pedagogía terapéutica, con más de treinta años de experiencia profesional. Guzmán ha centrado su trabajo en la atención educativa al alumnado que presenta dificultades de aprendizaje, sobredotación intelectual y TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad)
En el libro ‘Matemáticas Esquemáticas’, editado por la Diputación, recoge sus reflexiones sobre lo que de verdad significa atender a la diversidad, y muestra un camino alternativo en el que sus alumnos y alumnos aprendieron a resolver problemas aritméticos. Guzmán afirma sentirse “muy contenta por poder ofrecer un método alternativo que ayude a todos los niños y niñas que tienen una manera de aprender diferente a lo que espera para su edad y a su curso”. Un método pensado no para una tipología concreta, sino para todo aquel alumnado que no aprueba”.
Según ha explicado, siempre se ha preguntando, como docente, “por qué no aprenden, por qué se equivocan tanto, cómo les afecta emocionalmente…”. Y a raíz de que le asignaron un grupo “muy diverso, de muchas tipologías que solo coincidían en que no sabían resolver problemas aritméticos ni operaciones básicas”. Ahí comenzó un camino “para solucionar las dificultades que iba surgiendo, con buscando alternativas a cada escollo y, además, con soluciones que les sirvieran a todos, empezando con trocitos de papeles, probando… y cuando me dí cuenta teníamos un método estructurado y me dí cuenta de que aquello iba más allá de una actividad de aula y que tenía consistencia”.
La pregunta de partida cambió, y Madgalena dejó de preguntarse por qué se equivocan y empezó a preguntarse “por qué ahora no se equivocan, que está pasando para que empiecen a resolver problemas y operaciones”. Y de este análisis nació el método, que se divide en tres “grandes sacos donde caen la mayoría de los errores que comete este alumnado” y propone una alternativa para cada tipo de dificultad.
El primero es el enunciado del problema, que se subsana con la propuesta de la estimulación cognitiva “de principio a fin, para que tengan la estructura que les permita entender a qué se enfrentan, así como el conocimiento de las necesidades específicas”. El segundo es el sistema de medida -decimal, sexagesimal…- “que si no lo dominas te lleva al error”. La alternativa es no usar sistema, “sino la cantidad al desnudo y de ahí pasamos trabajar a nivel manipulativo y gráfico y de ahí al simbólico y la formación de imágenes mentales”.
Respecto al problema con las cuentas “no con las operaciones, sino las reglas, las tablas de multiplicar…”, forma de subsanar salvar las dificultades es el sistema que Guzmán denomina Alquimia, “por el que hemos conseguido hacer todas las operaciones de multiplicar y dividir sin usar las tablas” lo que, además, les permite aprender de manera muy simple y rápida”.
El resultado es un sistema que funciona “como demuestra la satisfacción de los niños al ver que entienden y resuelven los problemas”, lo que, sin duda, redunda de forma muy positiva en su motivación. El método, que ha sido contrastado por departamentos de matemáticas de varias universidades, contribuye, en definitiva, a que el paso por el sistema educativo de este alumnado sea “más alegre y sencillo”.
Del libro, de interés cualquier profesional y de cualquier perfil de alumnado, se han editado 500 ejemplares.