El bienestar emocional del alumnado, uno de los principales retos educativos para la mejora del aprendizaje

Álvaro Marchesi, director del proyecto “Nuevo currículo, nuevos desafíos educativos”, de SM y la Fundación SM.

Las emociones de niños y jóvenes para su correcto desarrollo llevan trabajándose muchos años en el ámbito familiar y en la psicología, pero es ahora cuando han dado el salto hasta el aula. La comunidad educativa ha tomado conciencia, tras la pandemia, de la importancia del bienestar socioemocional del alumnado para mejorar su proceso de aprendizaje.

Cuidar su bienestar emocional, potenciar el uso de las tecnologías, dar más énfasis a aprender a aprender, así como enseñar a esforzarse y a ser responsable son las cuatro dimensiones que el profesorado seleccionó como prioritarias para el nuevo curso en el estudio Volvemos a clase, de la Fundación SM. Este informe, que se presentó a finales del año pasado, recogió opiniones de más de 160.000 alumnos y 19.000 profesores de toda España para conocer su situación socioemocional durante la primavera de 2020 y su regreso a los centros educativos el pasado septiembre.

Bienestar emocional, la principal preocupación del sistema educativo

La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, en su charla sobre los cambios del nuevo currículo con Álvaro Marchesi, organizada por SM hace unos días, resaltó la importancia de mejorar el reconocimiento social por la buena labor que realizan los más de 750.000 docentes de nuestro país. Y defendió la contribución positiva e insustituible de la presencialidad al afirmar que “si el bienestar emocional ya era importante antes de 2020 ahora se ha posicionado como la principal preocupación del sistema educativo”.

Para Álvaro Marchesi, director del proyecto “Nuevo currículo, nuevos desafíos educativos”, de SM y la Fundación SM, para acompañar a docentes y a directivos en la puesta en práctica del nuevo currículo estatal y autonómico, “los alumnos que se sienten bien aprenden mejor”. Para lograrlo recomienda que el desarrollo socioemocional de los alumnos forme parte del proyecto colectivo del centro educativo, y que se realicen actividades grupales para que el alumno y la alumna se sienta bien con él mismo y con los otros. Y destaca, a su vez, la importancia de trabajar la educación emocional en la tutoría para que haya tiempo en el aula para conversar con los estudiantes de cómo se encuentran, cómo emplean sus emociones y cómo es la convivencia en el aula.

Para cuidar esa convivencia y prevenir y proteger a los jóvenes de la violencia escolar, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha creado la figura de “coordinador de bienestar infantil” que deberán tener todos los centros desde el curso que viene. Curso que traerá el desafío añadido para profesores y equipos directivos de implementar un nuevo currículo educativo.

Diseñar situaciones de aprendizaje orientadas a la adquisición de competencias, el bienestar socioemocional del alumno para que se comprometa con su aprendizaje, la evaluación de la adquisición de esas competencias y, en suma, conseguir una educación personalizada e inclusiva en la que ningún niño ni niña se quede atrás son, para Marchesi, los principales retos educativos del nuevo currículo.

En definitiva, con esta iniciativa la Fundación SM y SM pretenden cuidar a la escuela en este momento de cambio, a los profesores facilitándoles esta transición y, sobre todo, a los alumnos, con el fin de mejorar la calidad educativa y conseguir unas nuevas generaciones de ciudadanos más competentes y comprometidas con su aprendizaje.

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