Los que nunca han pensado en ser geólogos puede que se equivoquen. Un geólogo es capaz de mirar en las entrañas de la tierra, buscar minerales (y hasta diamantes), investigar por qué se produce un terremoto e incluso averiguar la historia del planeta mirando bajo el suelo… ¿Sabías que en lo que hoy es Huelva una vez nadaron ballenas y tiburones? Pero los geólogos no solo tienen un trabajo muy chulo, también son muy importantes para que se puedan construir bloques de pisos, carreteras, puentes o estadios de fútbol… ¿Sabías que en Huelva una vez la tierra se tragó una plaza de toros?
Todo esto te lo explica Juan Antonio Morales.
Los geólogos son personas que se dedican a buscar conocimiento sobre la Tierra en que vivimos. Todas nuestras casas se asientan sobre un terreno y deben adaptarse a la naturaleza de ese terreno, lo mismo ocurre con nuestros puentes, nuestros túneles, nuestros puertos o nuestras carreteras, y las personas que deben caracterizar la naturaleza de ese terreno, si es duro o blando, si se hincha con las lluvias o si está en un lugar que puede inundarse o derrumbarse, son los geólogos… y las geólogas, por supuesto.
A lo largo del tiempo, la Geología ha tenido también un papel destacado en la exploración y explotación de recursos naturales tan importantes como el agua, el petróleo y los minerales con los que se fabrican nuestros móviles, nuestros televisores o nuestras propias casas. No solamente nuestra tarea está en relación con los materiales geológicos, sino que además nos ocupamos de conocer los fenómenos naturales que ocurren en nuestro planeta y las zonas donde estos fenómenos pueden ocurrir. En las películas un geólogo sale siempre como alguien que investiga y descubre que algo malo va a pasar, avisa a la gente, no le echan cuenta y luego pasa. Salimos en películas de volcanes, de terremotos, de inundaciones o de tsunamis, siempre como personas que portan el mal fario, pero siempre acabamos siendo los héroes, porque sabemos exactamente lo que hay que hacer o dónde ir ante estos fenómenos geológicos.
A los geólogos nos gusta el campo. La mayor parte de la Geología se aprende y luego se desarrolla en el campo, ya que uno de nuestros trabajos es elaborar mapas de la distribución de los distintos materiales sobre la superficie del terreno e interpretar la disposición de esos materiales en el subsuelo. De esa manera, esos mapas y los informes que los acompañan pueden usarse para la construcción de todas las obras que se han citado anteriormente o para la búsqueda de los recursos que contribuyen al desarrollo económico de nuestra sociedad.
En los últimos tiempos, los países avanzados como el nuestro están valorando cada vez más la cultura científica y en este caso, nuestro planeta es un auténtico laboratorio de aprendizaje y podemos disfrutarlo cuando lo conocemos. La exploración de los secretos de la Tierra se está convirtiendo en la actualidad en una importante oferta cultural: el eco-turismo, y en este caso la divulgación de la Geología, está aportando diversión a toda la gente que se acerca a una ruta geológica por cualquiera de nuestros pueblos. ¿A quién no le gusta saber que lo que ahora es una montaña fue un profundo mar? ¿Quién no disfruta conociendo cómo funcionaban los volcanes submarinos de nuestra sierra hace 400 millones de años? Después de haber visto cualquiera de las películas de la saga de Parque Jurásico, estoy seguro de que a todos nos gustan los fósiles de dinosaurios o de antiguos tiburones como los que poblaban las aguas de lo que ahora son nuestras tierras fértiles.
También estoy seguro de que a todos nos preocupa el cambio climático. Pues los geólogos, como buenos conocedores de la Historia de la Tierra, conocemos los efectos de otros cambios climáticos que ocurrieron en el pasado y podemos, en gran medida, predecir lo que se nos viene encima.
En fin… La Geología tiene hoy día una dimensión formidable como ciencia y nos permite conocer la dinámica de nuestro planeta y el calado de la intervención humana en el mismo.
Y estoy hablando todo el tiempo de geólogos, pero en este caso las geólogas se encuentran en nuestra profesión a partes iguales. Actualmente, la Sociedad Geológica de España está presidida por una geóloga y mi misma hija ejerce como geóloga en una importante empresa.
Nuestra vida profesional es apasionante, está llena de viajes conociendo el terreno y los fenómenos geológicos de diversas partes de mundo. Y conocer la Tierra, entender el paisaje, es disfrutarla mucho más. Yo no cambiaría esta profesión por ninguna otra.